lunes, 15 de diciembre de 2014

El regalo de la presencia

Por Ana María Constaín



Amadas hijas,

La navidad no es particularmente la época del año que más me gusta

Sí, es una celebración, de luz, amor y presencia. De buenos deseos. De compartir y celebrar la abundancia. Una época de magia, sueños y esperanza.

En profundidad,

Pero amadas hijas,

No siempre vivimos en profundidad

Y entonces navidad a veces es una época de celebraciones forzadas, regalos protocolarios, exceso de comida, consumismo desmedido, agendas llenas para cumplir todas las expectativas. Bolsillos vacíos para comprar aprobación. Actos generosos para limpiar culpas.

Amadas hijas,

Nos quedamos solo con la forma y no con el fondo.

Porque rara vez podemos contactar con nosotros. Con ese vacío que tan desesperadamente intentamos llenar.
Nos embarcamos en el ritmo que nos va imponiendo el día a día.

Amadas hijas,

Esto también es parte de la vida

Aunque a veces me siento tentada a alejarlas de todo esto,
Irnos lejos, muy lejos y evitarme la presión, el cansancio, el tráfico, los días agitados
Aislarlas de los comerciales que venden felicidad
y de los deseos desmedidos de poner en ustedes niñas, 
la esperanza de la humanidad
Protegerlas de la necesidad que tenemos de a través de ustedes
cumplir nuestros sueños frustrados
de alimentarnos de su alegría e inocencia
recordar épocas en donde todo era posible

Eso quisiera

No solo en navidad,
Siempre

Pero Amadas Hijas,

No hay un lugar suficientemente lejos en donde podamos refugiarnos
Porque todo esto está en mi

Mi regalo
Eloísa y Matilde

Además de los juguetes de los que no voy a privarlas por mis angustias

Es mi presencia

Y no hablo de la presencia de estar con ustedes mucho tiempo
Jugando obligadamente
Renunciando a mi por un mandato de buena madre

Mi regalo es mi presencia.

La presencia en mi. En mi ser esencial. 
Esa presencia en la que puedo contactar con quién soy y puedo verlas por quienes son.
Desde allí no importa donde esté.  Lo de afuera es accesorio. Son formas de mostrar lo que hay de fondo.

Mi presencia en el amor que soy y que somos. 
Cuando estoy allí veo a los demás de esta manera

El vínculo, la conexión se vuelven prioritarias.
Se hacen figura.

Lo demás son solo excusas.
Excusas humanas para encontrar eso que ya llevamos dentro

Amadas hijas,

Mi regalo es mi eterno regreso a esa presencia.
A veces lo olvido
Y me confundo
Olvido lo verdadero y profundo
Me quejo,
Entro en resistencia

Eso que soy en ese momento es lo que veo afuera
Eso genero a mi alrededor

No pasa nada,
Porque eso es ser persona

Estaré atenta
Para una y otra vez regresar a estar presente


Eloísa y Matilde,

El sentido está en mi. La profundidad y la conexión que anhelo están en mi.

Así que esa presencia que hoy les regalo,
La llevaré conmigo
Para invocar en mi la luz, el amor, los buenos deseos. La generosidad y la abundancia, la  magia, los sueños y la esperanza.
El nacimiento de la luz que surge cuando estamos dispuestos a navegar en nuestra oscuridad.

Esté donde esté

Invocando eso mismo en todos y todo.

Este es para mi,  el milagro de la Navidad.